Al
llegar al hotel, el calor se hace más intenso. Las habitaciones no tienen aire
acondicionado y un ventilador da la bienvenida. Escucho, en la radio, a Sergio
del Molino, habla de cómo se divierte leyendo en Méjico un libro sobre Hernán
Cortés. Dice pasarlo mejor en su habitación de hotel leyendo que sus compañeros
de viaje en la ciudad. Si yo fuera a Méjico, iría a Comala, me digo. Traigo en
el portátil “La España vacía”. Quedarme aquí y releer su libro bajo el
ventilador me seduce.
En
el mismo programa habla Aramburu de “Patria”. Sobre la idea germinal del libro,
sobre los nueve personajes. También se menciona a Chirbes, no me acuerdo por
qué. Hace apenas dos meses leí “Mediterraneos”, en mi memoria quedan chispazos
del libro, menciona su Valencia natal, Génova, alguna isla griega, el alma de la
que surgió Europa.
Volver
a leer a Chirbes, ahora en Mallorca, sería emular a del Molino, mejor incluso
que releerle a él. Más apropiado. Así que leo un capítulo o dos. Luego, dejo
que los recuerdos cercanos de las últimas horas llenen mi cabeza. La vista de
Formentor desde el barco, con los acantilados y el azul oscuro, profundo del
mar. Un viejo tejiendo la red de pesca, a la sombra en un muelle, con su barca
amarrada cerca. El interior de la isla con sus muros de piedras de un gris
blanquecino tan rectilíneos, sus campos amarillos y sus caminos polvorientos. El
sol y la luz tan distintos de los que hay en el lugar de donde vengo.
En
Mallorca, me digo, está esa idea mediterránea que arranca en Homero y en los
grandes escritores romanos. Se encuentra en el paisaje que se mira, en el lenguaje
que se escucha en las plazas de sus pueblos y en el olor del mar. Ese
Mediterráneo es el poso que no desaparece y perdura a lo largo del tiempo.
El
tiempo parece estancarse recordando y pensando pero no queda más remedio que
salir de este estado. Toca ducharse, cambiarse de ropa, buscar un sitio donde
cenar que no esté demasiado concurrido, socializar con amigos y con familia. A
fin y al cabo estoy de vacaciones. Y uno espera que en vacaciones se hagan esas
cosas.